El 28 de marzo del corriente falleció el genio Manuel García Ferré. Creador de algunos de los personajes infantiles más memorables y que los argentinos en todos los puntos cardinales deben de recordar con alegría. Este es mi pequeño homenaje.
A veces las cosas llevan un tiempo en salir pero al final lo hacen y cuando nos explotan los colores desde el alma nos nace un arcoíris.
Camino por las calles de Trulalá que se encuentran de luto y me sorprende encontrar una fiesta a todo color. Los hijos e hijas de Manuel García Ferré recuerdan a su padre con algarabía y la misma alegría que el supo brindarle a generaciones de argentinos. En una esquina florida, Larguirucho llora desconsolado junto a Neurus y compañía. Pi-Pío, Petete y Calculín ríen a carcajadas recordando sus andanzas. Hijitus junto a Oaki y Pichichus reciben a los invitados y les recuerdan que su padre ya no está pero su legado es inmortal y que ellos lo van a mantener. La bruja Cachavacha se eleva en su escobitus y pinta en el firmamento con un hechizo de amor creando una nueva constelación en el firmamento.
Estatua de Larguirucho en Buenos Aires, By Roberto Fiadone (Own work) [CC-BY-SA-3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)], via Wikimedia Commons |
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