lunes, 18 de febrero de 2008

Que tristeza mi país

El siguiento poema lo escribí en honor al maestro neuquino Carlos Fuentealba, quien fuera asesinado a sangre fría por un oficial de policía con autoriazación del entonces gobernador de la Provincia de Neuquen, Jorge Sosbisch. esta poesía la escribí luego de un tiempo que hubiera fallecido Fuentealba, inspirado por los carteles en la facultad que instaban a los alumnos a dos cosas:

A no olvidar.

Renuncia y Juicio Político a Jorge Sosbisch.


Para aquellos que no lo sepan, este señor, se estaba postulando a presidente de la Argentina para las elecciones que pasaron en el 2007. Lo poer fue que no renuncio y lo dejaron participar de las elecciones. Para más información sigan los links en las palabras en azul, no son todos iguales.

Cada día, cada noche

Donde el sur termina
y se acaba el mundo,
despedimos cada noche
a un luchador asesinado.

Donde el norte comienza
y se acaba el mundo,
lloramos cada día
a un mundo mutilado.

Donde el sur comienza,
y se acaba el mundo,
sufrimos cada día
por los inocentes maltratados.

Donde el norte termina
y se acaba el mundo
rezamos cada noche
al maestro silenciado.

Donde el sur y el norte convergen
y se acaba el mundo,
despedimos, lloramos, sufrimos y rezamos
por lo que nos han quitado.

4 comentarios:

Gris dijo...

Juan Miguel: muy sentido tu escrito, profundo y cierto ,lamentablemente, será que algún día cambiaran las cosas en este bendito país?.Un cariño.

Griselda

Anónimo dijo...

Gran escrito... verdades de las
que no puedes huir, menos
permanecer indiferente.. sordo o
ciego, no cabe.

Me tomé la libertad de enlazar tu blog.

Un abrazo.

Juan Miguel Idiazabal dijo...

gracias, chicas...

Unknown dijo...

Juan, gracias por seguir visitándome

un abrazo

me ancantó este poema,
FLUYE.