miércoles, 22 de julio de 2009

Ataqué cerebral

Se tildó mi cerebro,

ahí quedaron mis sueños,

la ambulancia me lleva de paseo,

el infinito se vuelve un deseo,

ya todo es como lo veo.


Un sombrero loco atiende a mi juego,

en su mesa de luz quedaron mis huevos,

el bisturí sutura mi pasado,

de golpe me siento más cansado,

hay un ángel sentado a mi lado.


Se exalta la gente y sin razón,

afuera caen gotas de amores,

la venda cubre la verdad que oculto,

la vida pasa en tan sólo un segundo,

solsticio de otoño, invierno, primavera y verano.


Luchar nunca es en vano,

sin embargo de la realidad escapamos,

viajé hasta la puerta en un ruedo,

en la calesita me monto

sigo con mi juego etéreo.


Solitario sin razón,

el cerebro se lo llevo el corazón,

escape y despresurización,

después de volar en el colchón.



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